En octubre de 1987, el Vin de Pays d'Oc fue reconocido y toda la región de Languedoc-Roussillon fue designada como su zona de producción. En la primera añada se comercializaron 80.000 botellas; ¡hoy la cifra asciende a 910 millones!
La clave del éxito son los vinos varietales, que representan más del 90% de la producción.
En agosto de 2009, los vinos del Pays d'Oc recibieron el reconocimiento como IGP, es decir, "Indication Géographique Protégée" o en alemán "Indicación Geográfica Protegida", el sello de calidad oficial a escala europea.
Como denominación de origen, constituye el nivel más alto entre las certificaciones francesas con la AOP, la Appellation d'Origine Protégée.
Es la culminación de más de 30 años de trabajo de los viticultores. La nueva etiqueta integra el innovador concepto de vinos varietales e incluye 58 variedades de uva en sus directrices. Al igual que las AOP, la IGP Pays d'Oc está sujeta a requisitos precisos. Se controlan periódicamente las cepas, los rendimientos y las características analíticas, y todos los vinos se someten a pruebas sistemáticas dirigidas por expertos en Catas. Cada año, 18.000 cubas son controladas y catadas durante 120 sesiones por un total de 350 expertos. La conformidad de estos controles está certificada por el Bureau Veritas, el principal organismo de control del mundo. Los viticultores de la IGP Pays d'Oc contribuyen así de forma decisiva a la preservación y modernización de la viticultura en Languedoc-Rosellón.